14 de agosto de 2012

La lectura y la maternidad. Parte I

  Antes de que naciera Sergio, la lectura era una de mis aficiones favoritas, a parte de leer libros profesionales relacionados con la Psicología, también leía novela de todo tipo. Y digo bien, leía, en pasado, porque ahora mismo el poco tiempo que tengo lo dedico a lecturas para mamás ocupadas, y en mi caso, relacionadas con la estimulación o atención temprana, el desarrollo infantil, el potencial de los bebés, métodos de enseñar a dormir, cómo darles de comer, cómo cambiar perfectamente un pañal, cómo, cómo, cómo...
Bueno ahora ya he pasado esa fase, y creo que me voy centrando más.

  Cuando estás embarazada, tú lees. Tranquilamente. Te lees el "Mi bebe y yo", porque te has suscrito gratuitamente durante seis meses. Y todo te parece de perogrullo, pero tu como quieres ser una madre excelente, pues vas y te la tragas. Pero luego resulta que te la vuelves a leer, cuando nace el bebé, y al final te das cuenta, que el 90% de la revista es publicidad. Te lees el Larousse del embarazo, porque te lo presta tu hermana, que te explican paso a paso como será tu vida en el embarazo y con el bebé, lo malo es que te explican todas las enfermedades posibles que le puedan afectar al bebé y a tí, y como estés un poco aprensiva con el cóctel de hormonas.. ni te cuento.

  Luego vas a la biblioteca y te lees los libros relacionados con la alimentación del bebé de 1 mes a los 18 años, "los cuidados básicos del bebé en Australia", "como desarrollar el potencial del bebé dentro de tu barriga a los 3, a los 6 y a los 9 meses de gestación"...Es que hay libros para todo.

  Además tu ya tienes clarísisisisisimo, que educación le vas a dar a tu hijo, le vas a aplicar el método estivill, sin rechistar, y no le vas a coger en brazos, vamos lo justamente necesario.Y que llore, vamos, por favor.

  La matrona te dice una cosa, y como es matrona pues claro sabe mucho y le haces caso; otra amiga te dice otra totalmente distinta, y como es tu amiga, pues claro te fías.Tu suegra te aconseja tal cosa, tu cuñada la contraria, otra amiga te afirma y te perjura lo que debes hacer en caso de... Menos mal que mi madre no me decía nada...sólo me contaba lo que ella hizo con mi hermana y conmigo, pero no afirmaba categoricamente lo que debía hacer.

  Vamos, que te ponen como se dice la cabeza como un bombo.

Y ahí estás tú, con tu barriga de 8 meses, que te crees que sabes algo ( qué ilusa yqué tonti), que controlas el tema porque has estudiado Psicologia, y claro te sabes todas las teorías sobre el apego, el condicionamiento, el aprendizaje, la zona de desarrollo próximo de Vigotsky...

  Y cuando nace tu pequeño... todo lo que creías, todo lo que pensabas, todo aquello que precisamente tenías tan claro, se derrumba, se esfuma, se cae.

  Y empiezas a dudar. Y dudas de todo: de la marca de pañales, de si espuma de baño o aceite, que si crema hidratante, de si le doy o no el masaje shantala, de si le pongo un gorrito en la cabeza aunque haga 37º, de si hago bien teniendolo tanto tiempo en brazos cuando llevas cinco minutos y te sientes tan bien con él...¿¿¿¿?????. Y te preguntas: ¿lo estaré haciendo bien? ¿se sentirá mi niño querido y cuidado?. Porque claro, tú no lo quieres hacer bien, quieres hacerlo excelente.

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