14 de agosto de 2012

La lectura y la maternidad. Parte II

En resumidas cuentas, creo que dudar es bueno, y creo que tenerlo tan claro después de dudar es aún mejor. Como decía Cicerón:

Hablo, pero no puedo afirmar nada; buscaré siempre, dudaré con frecuencia y desconfiaré de mi mismo.


Y en toda esta historia, (que me disperso), están los libros, y hay libros que me han ayudado y mucho a relativizar, a relajarme y aprender acerca de lo realmente importante en la maternidad. Cierto es, que sin esas lecturas, que hacía a salto de mata, entre sueño y sueño, cuando estás muy cansada, pero tienes la necesidad de saber, de contrastar, de conocer otras cosas distintas, cuando desayunaba, cuando tenía a Sergio cogido tomando el pecho... Me ayudaron y mucho.


Recuerdo que había personas a mi alrededor que me aconsejaban que no leyera más; pues mire sí y no. Cuando ya llevas como 20 libros sobre
Cómo enseñar a dormir a tu bebé haciendo el pinopuente, mientra el padre baila una jota, y que a la mañana siguiente a ninguno se le noten las ojeras

(no os riais tan alegremente, tengo algunos apuntes de cierto libros que son para denunciarlos antes el fiscal de menores ) pues puede que estés un poquito saturada, pero eso te enseña a valorar cuando cae en tus manos EL LIBRO, el que se ajusta a lo que necesitas, a lo que ibas buscando y te ha sorprendido.


En la sección de Mis libros de cabecera voy a ir reseñándolos, por si alguna mamá o futura mamá ( o papás) le puede interesar.


La conclusión de hoy es: tanto antes como ahora y espero que en el futuro, la lectura sigue formando parte de mi vida, de una u otra forma, de un contenido u otro, de un soporte papel o electronico. Lo importante es que continúe.



Visitas